viernes, 28 de noviembre de 2008

Brilla


Su luz brilla un fuego de entrañas
Su luz brilla lentamente
Su luz cegadora ¿brilla?
Su luz brilla en los tiros de metralla
Su luz brilla implacablemente
Su luz justiciera ¡brilla!
Su luz le brilla a los cobardes
Su luz brilla de frente
Su luz valiente brillará siempre

Pluma, pluma


Tal vez ustedes no se lo hayan preguntado nunca pero ¿por qué el cortaplumas sirve para todo, menos para eso?

Duda dudería


Si el lugar adonde despachan pan se llama panadería, y la carne se vende en la carnicería ¿Me quieren decir por qué carajo el lugar adonde uno compra la verdura se llama verdulería y no verdurería?

Inversión invasión


¿De dónde vienen, el se pregunta, de dónde vienen? ¿Qué es lo que los atrae? ¿Serán los precios de oferta? ¿El ambiente familiar? ¿El aire puro? ¿La naturaleza en estado cuasi salvaje?
No sabe (y tampoco contesta). La única certeza que lo asusta es que están viniendo cada vez más. Como si se hubiera corrido la voz entre ellos. Tal vez les resulte más fácil invertir que invadir.
Es cierto que él no se puede quejar si nunca se preocupó por esas pampas. Es más, nunca se interesó por lo que pasaba más allá de la General Paz. Aunque cada tanto solían agarrarle esos ataques nacionalistas contra los inmigrantes chilenos. Entonces pedía a gritos que -en el mejor de los casos- los echaran a todos, porque nos sacaban el trabajo.
Pero estos son otra cosa. Sabe que su desembarco es inexorable y que quizá, en un futuro no muy lejano, los tenga a las puertas de su casa.
Ese día quizá le dé la razón a Don Atahualpa cuando cantaba aquello de que “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”.

Deshoras


Un paquete de tiempo,
torrente del devenir,
resbalando silencioso,
inexorable, grano a grano
sin voluntad propia y
carente de toda intención
Máquina cruel y exacta,
metrónomo vital
de perpendicular cadencia
Sin prisa pero sin pausa,
marcando el viene,
pero por sobre todo el va
Solo espejo, nunca causa
carga sobre tu espalda
la maldición de las horas,
la vejez, los sinsabores
pero también los deseos,
amor, ilusión y alegrías

Ilustración: Ross McBride

sábado, 22 de noviembre de 2008

Copérnico, el Cachorro Ruso


Gracias a un programa de computación ahora podemos saber que el padre de la astronomía moderna fue un antepasado del ex bajista y hoy afamado productor y del periodista deportivo y amante del heavy metal. La imágenes no mienten...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Lo que mata es la altura


Uno de los problemas más comunes que deben enfrentar los equipos es jugar en la altura. Diversos métodos se utilizan para contrarrestar los efectos que produce jugar, por ejemplo, por encima de los tres mil metros sobre el nivel del mar.
El técnico Adolfo Surita, renovador si los hay, hizo que su equipo concentrara los cuarenta días previos al cotejo en globos aerostáticos ubicados a la misma altura de la ciudad donde se realizaría el mismo. La práctica era por demás engorrosa, pues en los canastos de los globos, apenas podía practicarse un cabeza y, cada dos por tres las pelotas caían al vacío. Por otra parte el entrenador debía sortear numerosos peligros al trasladarse de globo en globo para dar las charlas técnicas. Finalmente una gran tormenta de viento dispersó la flota y uno de los globos alcanzó el Polo Norte, logrando sus involuntarios tripulantes un nuevo récord mundial de permanencia en el aire.
Otro método empleado por Surita fue el de realizar la pretemporada en el Himalaya, con la firme creencia de que duplicando la altura del lugar donde se iba a jugar, se obtendría un mejor rendimiento. Así fue que una expedición encabezada por el técnico, los jugadores y un grupo de guías locales, alcanzaron la cima del Everest.
Luchando contra las inclemencias del tiempo, improvisaron un campo de juego sobre el terreno y para entrenar organizaron un equipo entre los sherpas y un par de alpinistas búlgaros y alemanes. Al arco estaba un yeti, que se destacó tanto en esa posición que terminó contratado por el Real Madrid.
Durante uno de esos partidos, el veloz delantero Aldo Brunetti, se mandó un pique bárbaro, sin darse cuenta de que la línea de fondo terminaba en un abismo de más de dos mil metros. Su pérdida fue un duro golpe para la moral de los jugadores, pero el técnico logró levantar el espíritu de sus muchachos con un discurso de fuerte tono emocional.
Cómo puede ser que diez alpinistas de mierda con un bicho peludo al arco, nos estén dando semejante baile! rugió Surita. Los jugadores salieron eufóricos y con una brillante jugada lograron meter un golazo que fue gritado por todos. De pronto se percataron de su error, pero ya era tarde, el alud de nieve los había tapado. El día que se debía jugar el partido en la ciudad de La Paz, Bolivia, el equipo completo guardaba obligado reposo en la sala de traumatología de un hospital de Nepal, enyesados hasta el cuello.
La última apuesta de Surita –antes de un partido en el estadio Altajauja en Ecuador- se realizó siguiendo la teoría que dice que lo mejor que se puede hacer es llegar lo mas cercano posible al horario de inicio del partido.
-¡Son las 15:50 el partido empieza en diez minutos y del equipo argentino nadie sabe nada! ¡Todo el mundo se pregunta donde están los jugadores! comentaba el relator de la radio local.
De pronto, un avión apareció en el horizonte y a la altura del estadio once hombres se arrojaron de él en paracaídas con los colores de sus camisetas. El espectáculo fue impresionante. Los jugadores cayeron en el campo de juego, justo a tiempo para el silbato inicial.
Noventa minutos más tarde los argentinos pierden por 6 a 0 porque el delantero Roberto Fosasco, pese a sus denodados esfuerzos, nunca pudo deshacerse de la maraña de tela y sogas en la que quedó atrapado. Peor suerte corrió Aldo Peta, el arquero, que fue a parar dentro del foso que rodea la cancha, del que nunca volvió a salir.
(Texto en coautoría con Carlos Leiro. Imagen, sobre una obra de H. Ed Cox)

domingo, 16 de noviembre de 2008

Desacreditaciones Olímpicas




Cada vez que una delegación deportiva argentina participa en alguna competencia internacional ocurre algún tipo de equivocación que, casi siempre, deviene en escándalo. Pero el caso de los Juegos Olímpicos de Amsterdam superó todo lo conocido en desorganización.
La cosa empezó cuando nuestra delegación arribó a Holanda. Todas las acreditaciones se habían mezclado y, por caso, el representante de salto en largo, Wenceslao Santamaría, fue anotado en la competencia de natación en 100 metros estilo mariposa. Poco pudieron hacer los delegados ante el hecho consumado, excepto obsequiarle el libro “Johnny Weissmuller para principiantes”. A nuestro atleta no le quedó otra que competir. Los cronistas no podían con su asombro. No era para menos: Santamaría saltó casi ocho metros desde el borde de la pileta, sacando una clara ventaja por sobre los demás nadadores. Lástima que no pasó de allí. Una vez en el agua, el argentino se hundió como una piedra porque… no sabía nadar. Por suerte, la rápida intervención del grupo de salvataje lo sacó con vida del agua.
Otro de los afectados fue el levantador de pesas Alfredo “Gordo” Funes, quien terminó anotado en gimnasia rítmica femenina. El día de la competencia Funes, con una peluca rubia, malla de lycra color fucsia y unas cintas rojas, hizo su presentación al ritmo de un vals de Richard Strauss. Si bien el crédito argentino no se distinguió por su delicado estilo, logró impresionar a los miembros del jurado, cuando levantó literalmente a un par de ellos y realizó una serie de malabares con sus cuerpos, llevándose la medalla de plata. Un rumor que corría entre los pasillos de la villa olímpica aseguraba que no le habían dado la de oro porque Funes no se había querido depilar. Pero quien realmente la pasó muy mal durante estos juegos, fue nuestro embajador, el doctor Juan María de las Mercedes Rivera Etchegoyen. Nadie sabe como fue que terminó anotado en la máxima categoría de judo. Fue así que el canciller festejó su cumpleaños 73 luchando contra el campeón Tsu Kano, un coreano de 134 kilos de nervios y músculos. Como prólogo a la pelea, Rivera Etchegoyen pronunció un emotivo discurso, de tres horas y fracción, por donde desfilaron los primeros atletas griegos, Guillermo Tell y el gol de Aldo Pedro Poy. Luego de que se aplacaran los insultos y abucheos del público, comenzó el combate. Antes de los 5 segundos, nuestro funcionario ya había visitado la lona unas catorce veces, pero, gracias a su gran experiencia política, Rivera Etchegoyen siempre caía bien parado. Merced a ello, logró un empate por puntos en fallo dividido.

(Texto e imágenes en coautoría con Carlos Leiro)

sábado, 15 de noviembre de 2008

Truchada digital


Hace dos post hablaba de falsificación de huellas dactilares. Bueno, parece que ya existe un método casero que -según los pibes alemanes del Chaos Computer Club- funciona de maravillas. Ahí va...

Paso 1
Visualizar la huella digital y espolvorearla con polvo de grafito (para obtenerlo rallar con un cortante la mina de un lápiz).

Paso 2
Fotografiar la huella con una cámara digital.

Paso 3
Realizar una impresión láser en un acetato (como los usados para las transparencias).

Paso 4
Cubrir la huella con goma de pegar (tipo Plasticola)

Paso 5
Una vez que la goma se secó, retirarla con cuidado sin que se estire (esto es fundamental).

Paso 6
Cortar la huella a la medida del dedo.

Paso 7
Con mucho cuidado colocar la huella sobre el dedo y… ¡la nueva identidad está lista!

Living la vida loca

Benicio del Toro y Johnny Deep son, quien lo duda, dos de los actores que más suspiros arrancan en el público femenino. El primero como una versión latina de Brad Pitt y el segundo explotando esa faceta medio andrógina que tanto resultado le dio en El joven Manos de Tijera y La leyenda del Jinete sin Cabeza.
Sin embargo hay una película en donde ambos se cagan en su imagen para encarnar al periodista Raoul Duke (un Deep pelado y que fuma con boquilla) y su abogado Dr. Gonzo (a Del Toro la panza se le escapa de la camiseta). Estos dos muchachos que empiezan cubriendo una carrera de motocross en medio del desierto, terminan en una explosiva travesía consumiendo cantidades inhumanas de droga, con las obvias consecuencias (es imperdible la escena de Deep emborrachándose en el bar de un hotel rodeado de dinosaurios).
La peli se llama Pánico y Asco en Las Vegas. Ah, el director es Terry Gillian (Brazil, 12 Monos). No se la pierdan. Es un viaje de ida…

jueves, 13 de noviembre de 2008

El loco de la flauta


A Thijs Van Leer (el líder de la banda Focus) se le pegaron los caramelos del frasco. Pero no es de ahora. Siempre fue un muchacho con problemas de conducta. Si no me creen, compruébenlo ustedes mismos viendo la versión en vivo (Circa 1973) del tema Hocus Pocus en:

http://www.youtube.com/watch?v=bpV5InLw52U

Juan Vucetich not dead (*)


Hace poco leí por ahí que Cristina Kirchner se dispone a firmar un decreto por el cual los teléfonos móviles deberán empadronarse, igual que como se hace con una pistola o un rifle. Según dicen en el más alto nivel del Gobierno, esto incluiría la obligación de que, para comprar un aparato nuevo, o para usar uno con tarjeta, habrá que registrar hasta la huella digital. La medida está directamente relacionada con el enorme aumento del uso de celulares en delitos desde robos a secuestros. Con ella se intentaría saber de quién es cada aparato, ligarlo a una persona en concreto, y no como ahora, que se compran sin ningún registro. Hasta acá todo bien. Pero si en nuestro bandito país hay remeras, zapatillas, devedés truchos y se clonan desde celulares hasta títulos universitarios y patentes de autos ¿Cuánto creen ustedes que va a tardar en desarrollarse el mercado negro de huellas digitales?

(*) Croata y nacionalizado argentino, inventor del sistema de identificación de las personas a través de las huellas dactilares

miércoles, 12 de noviembre de 2008

The other deuda


Aquí pues yo, descen-
diente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años (…)
El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.
Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América (…)
Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios (…)
Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "MarshallTesuma" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.
Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:
¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, materia prima y energía barata que les exporta y provee el Tercer Mundo.
Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos nos cobran. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica...

Discurso del cacique mexicano Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, el 8 de febrero de 2002.

Técnico Full Time


Nadie podrá olvidar jamás al búlgaro Hristo Pernotov, uno de los técnicos más eficaces y ensimismados en su labor que haya tenido la historia del fútbol.
Luego de permanecer concentrado con su equipo por ciento setenta y tres días, y sin haber tenido ninguna comunicación con su familia por miedo a que se filtrara alguna información, Pernotov regresó al hogar justo en el día de su cumpleaños. Mirna, su mujer, lo esperaba junto a toda la familia con una gran torta de crema decorada como una cancha y con unos lindos jugadores de mazapan.
Apenas la vió, Hristo empezó a gritar:
-¡Cómo vas a organizar un ataque de esa manera! ¡No te das cuenta que así el líbero contrario se te mete entre los centrales y te gana la posición, desarmándote la defensa! Solo a un idiota se le podría ocurrir ese tipo de tác…
Hristo no pudo terminar la frase pues la torta, en manos de Mirna, se incrustó en su cara. Luego vino la bofetada que terminó con 29 años de matrimonio.
A su segunda esposa, Hristo le prometió que por lo menos durante la luna de miel la profesión no aparecería en sus vidas. Para asegurarse de ello, la pareja se refugió en una cabaña en medio de la Patagonia, sin ninguna conexión con el fútbol. A los tres días Hristo volaba de fiebre, deliraba y terribles convulsiones, sacudían su cuerpo. Lo rescataron con un helicóptero y fue internado de urgencia. El diagnóstico de los médicos fue categórico: el técnico sufría de SAF (Síndrome de Abstinencia de Fútbol). Para su cura fue llevado a una sala especial con vista a una cancha. Su cama tenía la forma de un banco de suplentes, todo el día le pasaban los videos de la Eurocopa y a través de una mascarilla respiraba el aire de una pelota número cinco. La rehabilitación fue exitosa, pero su segundo matrimonio también se fue a pique.
Finalmente cuando Hristo dirigía al Levski Spartak de Sofía se enamoró ciegamente de Carla, una joven italiana no muy bella ni de buena figura, pero fanática del fútbol. “Sus piernas me recuerdan a las de Zinedine Zidane”, le comentaba el búlgaro a sus colegas. Lo que nadie se atrevía a decirle al técnico es que Carla se parecía peligrosamente a Ronaldinho.
Carla comenzó a ir a los entrenamientos y a todos los partidos. Finalmente, y a modo de reconocimiento, Hristo le dio el puesto de ayudante del masajista del aguatero. Al cabo de dos años Carla no solo se quedó con la dirección técnica del Levski Spartak, sino que se fue a vivir con su volante central, el kinesiólogo y dos miembros de la comisión directiva.
Esto destrozó animicamente a Hristo quien terminó en las Orcadas del Sur dirigiendo un equipo de las divisiones inferiores, se casó con un lineman peruano y hoy es muy feliz. Así dicen.
(Texto e imagen en colaboración con Carlos Leiro)

El Paraíso de(l) Dante


Días atrás, iba caminando con Dante, mi hijo de 7 años. Al llegar a una esquina, la quiso cruzar corriendo. Lo tomé del brazo y se lo impedí.
-Tenés que mirar antes de cruzar, puede venir un auto y ¡zas!, te vas al cielo convertido en angelito.
-Entonces voy a estar con la abuela Chochi.
-Y, si…
-Aparte voy a saber si Dios existe.
-…
-También si tiene barba.
-...
-O por ahí es pelado…
-Claro, le contesté. Y me quedé pensando que la candidez de un niño es el mejor lugar para vivir.

martes, 11 de noviembre de 2008

Lexicon 80 (*)


Al menos ahora, tenés un consuelo.
Sabés que me prendo, pero no me cuelgo.
Tentaciones hay, cantos de sirena,
más se lo que quiero. Un cómplice menos.
Vos también mirás, ojos desconfiados,
el cerebro alerta y desenchufado (unplugged).
La presión on line no nos da respiro,
multitudes chatas chatean sin verse.
No saben quienes son, ni quieren saberlo.
Es el nuevo exilio que trajo el milenio.
¿Sabés cuántas almas nos cuesta el progreso?
Ahora hay nuevos dioses que,
impunes, postean sus divinas leyes.
Y hay nuevos ateos, que no tienen módem.
Libres de virus, sistemas y redes,
esperan el día del fin de la cuenta.
Y orgullosos guardan,
bajo cuatro llaves, sus Lexicon 80.


(*) Lexicon 80 es el modelo de máquina de escribir de Olivetti más vendido en todo el mundo. Su carcaza de color marrón militar, inundó las redacciones, edificios de la administración pública y comisarías y aún hoy se la puede ver en actividad.

lunes, 10 de noviembre de 2008

¡Iron Man es argentino!


Tony Stark es dueño de una gran fábrica de armamentos. Después de una demostración a campo en Afganistán, es secuestrado por una banda de rebeldes. Lo encierran dentro de una cueva perdida en medio del desierto y lo obligan a que les fabrique… ¡una súper arma! Ayudado por otro científico -con quien comparte calabozo- y solo con piezas de distintos misiles, una computadora y una modestísima fragua, el quía se las ingenia para construir una armadura grossa que lanza llamas y dispara cohetes y -por si fuera poco- vuela.
Algo que, todos sabemos, solo puede hacer un tipo nacido en estas pampas, voto a Mc Guiver.

El papá de los Power Rangers


Cuando era chico, todas las tardes tomaba la leche disfrutando de las aventuras de Ultramán, un superhéroe diferente. Era japonés, gigante, forrado con un traje plateado con vivos rojos (eso lo supe de grande, yo lo veía en un televisor blanco y negro). Nunca me voy a olvidar del ¡shuwatch! cuando cruzaba sus brazos para lanzar unos rayos con los que destruía al monstruo de turno (todos estaban hechos de goma espuma y con sus colas solían hacer pedazos ciudades de cartón). Este titán tuvo más de una vida. Fue -entre otros- Ultramán Jack, Ultramán Tiga, Ultramán Dyna, Ultramán Nexus, y siguen las firmas. También se rodaron un par de largometrajes, hubo series animadas y hasta en Billiken salió una historieta por entregas. Ahora ya saben que decirle a su hijo cuando les venga a hablar de las andanzas de esos bobalicones de los Power Rangers.